El vehículo eléctrico
Todo lo que tienes que saber sobre los VE, su funcionamiento, ventajas e inconvenientes
De acuerdo a la Agencia Internacional de Energía, a diciembre de 2019, más de siete millones de vehículos eléctricos cirulaban por el mundo.
De estos, hay que diferenciar entre puramente eléctricos (BEV, por sus siglas en inglés Battery Electric Vehicle), híbridos enchufables (PHEV, Plug-in Hybrid Electric Vehicle) e híbridos no enchufables (HEV).
Aunque el coche eléctrico ya tiene casi dos siglos de historia, su producción en masa se ha desarrollado en las últimas décadas, por lo que su tecnología ha mejorado notablemente desde principios de este siglo.
Un vehículo eléctrico (VE) está propulsado por uno o más motores eléctricos. Como tal, comprende cualquier medio de locomoción, desde bicicletas hasta naves espaciales eléctricas. Hay coches eléctricos, motos, autobuses, trenes, barcos y aviones.
Si nos centramos en el coche eléctrico, se mueve gracias a motores que utilizan energía eléctrica, normalmente almacenada en baterías.
Ventajas principales
Mantenimiento
El mantenimiento del vehículo y el costo de su operación son mucho más bajos que en uno de combustión.
Eficiencia
El motor es más eficiente y ofrece el par máximo desde el arranque, sin necesidad de marchas.
Consumo limpio
El consumo de energía eléctrica no contamina, y las emisiones solo dependen del origen de la generación eléctrica, con un componente renovable creciente.
Capacidad de frenado
La frenada regenerativa del vehículo eléctrico tiene dos ventajas, ya que aumenta su autonomía y prolonga la vida útil del sistema de frenado.
Principales inconvenientes
Inversión inicial
Si bien el costo del vehículo eléctrico está disminuyendo gradualmente (los precios de las baterías cayeron un 35% en 2017), su costo aún no es comparable al del motor de combustión.
Menor autonomía
Las baterías tienen, cada vez más, más capacidad, ofreciendo en este momento estándares de 40 a 60 kWh. La autonomía actual del vehículo eléctrico suele alcanzar los 250-300 km, suficiente para las necesidades diarias, aunque en los modelos de gama alta puede superar los 600 km
Tiempo de recarga
Un depósito de gasolina se llena en apenas unos minutos, mientras que el cargador más básico de un vehículo eléctrico puede tardar varias horas.
No obstante, la propuesta de cargadores avanzados como el Chargevite DC Performance, puede reducir el repostaje a tan solo veinte minutos.
Falta de accesibilidad a los puntos de recarga
Esta incidencia se está reduciendo de manera significativa, ya que se instalan nuevos puntos de acceso constantemente. Varias páginas web y aplicaciones móviles, como Electromaps, permiten conocer la más cercana.
Un gran futuro por delante
Todas las desventajas mencionadas son técnicas, y su evolución permanente las está minimizando, gracias al compromiso de los fabricantes de vehículos y los gobiernos, que ya es innegable.
